martes, 26 de marzo de 2013

Aguas subterráneas en páramos, por fuera de áreas protegidas

Aguas subterráneas en páramos, por fuera de áreas protegidas:
Esta situación se presenta también en otros entornos, como  por ejemplo, en el páramo de Pisba. Según un documento del 2012 sobre políticas mineras, el geólogo Julio Fierro señala que en 2009 el 35% de la superficie continental de Colombia fue solicitada por compañías multinacionales para actividades mineras. 
Existen unas condiciones geomorfológicas, genéticas y físicas que permiten la armonía y la sostenibilidad del páramo. Para garantizar los recursos y la defensa del agua, no basta con la protección delimitada del territorio; es necesario proteger también los subpáramos, así como el sistema de acuíferos y aguas subterráneas, señaló Aida Sofía Rivera Sotelo, economista de la Universidad Nacional de Colombia y magíster en Estudios Culturales de Queens University, en Canadá. 
La problemática fue presentada durante el V Ciclo de conferencias de Geografía de Montañas: Los Andes y el agua, en su ponencia sobre el desarrollo sostenible y la utilidad pública en cuestión. 
Según la economista, “la relación entre desarrollo sostenible (que es el principio rector de la protección ambiental en Colombia) y la utilidad pública de la minería —que se encuentra desde el mismo código minero en particular, la minería a gran escala–, es elevada a un estatus de beneficio público que por mandato constitucional hace que el Estado cumpla una función de facilitador de la minería”. 
La Resolución 1015 del 2011 del entonces Ministerio de Ambiente y Vivienda y Desarrollo Territorial, negó la licencia a la compañía minera Greystar para la explotación a cielo abierto. Paradójicamente, existe una amplia legislación tanto nacional como internacional que prohíbe la actividad minera en zonas de páramo, que no fue soporte suficiente para que el Ministerio negara la licencia desde el principio. 
El Gobierno, tomó una serie de conceptos técnicos de diferentes instituciones como el Instituto de Investigación de Recursos biológicos Alexander von Humboldt y  las Corporaciones Autónomas Regionales, para negar la licencia a este proyecto en particular pero de manera ambigua. 
Rivera afirma: “después de la resolución se mantienen los títulos existentes en Santurbán y en otros páramos de Colombia donde siguen las actividades en fase de exploración, que no requieren licencia, por empresas como la misma Greystar, ahora llamada Eco Oro, Ventana Gold, Galway; entre otras, esa exploración trae daños con la construcción de infraestructura necesaria para mantener las operaciones”. 
El tema se mantiene vigente en el contexto de la creación del Parque Natural Regional de Santurbán.
“Se deben incluir alternativas para las personas que practican la minería a otras escalas en estas zonas y que constituyen el sostenimiento de sus condiciones de vida, para no sustraerlos dramáticamente del área. El reto es plantear un debate que vaya a favor de sociedades de transición a mediano y largo plazo”, resaltó Aida Sofía Rivera. 
La investigación de esta profesional, se refiere a individuos y colectivos tanto rurales como urbanos, no identificados como minorías étnicas. Ella ha realizado una labor para mirar las condiciones especiales de esas minorías, cómo dan soporte a un derecho particular que es el de la consulta previa. Según la experta, hay un trabajo menor para examinar las implicaciones y posibilidades que tienen las comunidades de presentar sus inquietudes frente al Estado y que no estén mediadas por un lenguaje que considere una relación mercantil con el páramo. 
Actualmente, en Bucaramanga, se han demandado a diferentes entidades estatales con respecto a la suspensión de las actividades de exploración en la zona de las compañías multinacionales. “Se está trabajando en temas como una moratoria en la titulación minera hasta que el marco institucional sea ajustado. A través de ello, es posible concebir la minería como algo diferente a una locomotora desenfrenada que tumba todo a su paso”, concluyó la economista.

martes, 19 de marzo de 2013

Reciclarán pilas para beneficio agroindustrial

Reciclarán pilas para beneficio agroindustrial: Las pilas tradicionales que se usan para energizar radios, controles remotos y otros dispositivos tecnológicos contienen algunas propiedades químicas útiles en la agroindustria. Para aprovecharlas, se debe hacer recolección, trituración en molinos, lixiviación y separación de los materiales.
La docente Luz Marina Ocampo Carmona del Departamento de Ingeniería de Materiales de la Facultad de Minas explica que “las pilas sin carbono y alcalinas (que representan el 90% de consumo)  tienen zinc, hierro y óxido de manganeso. Se cree que estos componentes quedan ahí cuando la vida útil se acaba. La idea es recuperar esos  metales y convertirlos en productos agroquímicos”.
La docente señala que, con la política de posconsumo, las industrias deben recuperar el 4% de la totalidad de las baterías que ofrecen al mercado. Con este fin, actualmente se realizan procesos de cementación, es decir, que las pilas se entierran en rellenos de seguridad. Para el 2016 las empresas se verán obligadas a reciclar las pilas con otros fines.
En ese orden de ideas, los investigadores de la UN estudian la posibilidad de ser pioneros en consolidar una planta de reciclaje de pilas para fines agroquímicos. Si bien en muchas partes del mundo ya existen, en Latinoamérica sería una oportunidad de ahorro para las empresas; pues los procesos de cementación están costando hasta 1.600 pesos por kilo del material enterrado.
La UN en Medellín está trabajando en la recolección de baterías usadas en contenedores y espera consolidar, con una compañía colombiana, esta propuesta que sería una novedad para la agroindustria del país.

Los cultivos del futuro no requerirán tierra ni agua

Los cultivos del futuro no requerirán tierra ni agua: “Se trata de la producción de comidas en siembras que no necesitan tierra, utilizar agua, riego, químicos y esperar a que la planta nazca, crezca y se reproduzca para obtener productos. Son cultivos celulares desarrollados a través de ciencia y tecnología”, destaca Lucía Atehortúa Garcés, coordinadora del Grupo de Biotecnología de la Universidad de Antioquia.
La investigadora, que tiene una amplia trayectoria en el campo en Estados Unidos y Colombia, cuenta que —gracias a estas técnicas— se ha demostrado la posibilidad de procesar, por ejemplo, chocolate en cultivos de células aislando los tejidos que lo producen y usando biorreactores.
Pero esta es solo una de muchas posibilidades, pues estos mecanismos pueden proporcionar alimentos básicos como maíz, trigo, cebada, arroz e, incluso, carne, los cuales se pueden obtener mediante cultivos celulares (tal como se está haciendo en Europa con la producción de solomito), según cuenta la profesora.
Estas soluciones se hacen necesarias en regiones tropicales en donde el cambio climático ocasiona sequías o fuertes inviernos y, por ende, es imposible producir en el campo.
Este problema se agrava si se siguen extendiendo las fronteras agrícolas y urbanas, lo que acabaría con bosques y recursos naturales como el agua, según explica Hugo Restrepo Pulgarín, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UN en Medellín.
Los expertos argumentan que los “cultivos del futuro” tienen ventajas como poder ser obtenidos en laboratorios, no depender de estaciones climáticas (invierno o verano) y poder desarrollarse 24 horas al día durante todo el año.
Además, “con ellos no se enfrentan problemas de transporte, mano de obra, largas temporadas para cosechar y otros factores”, indica la profesora Atehortúa.
Otra de sus bondades es que, además de proteger la biodiversidad, propician ahorros debidos a la reutilización de agua en los biorreactores y en otras tareas del laboratorio.
Los bioprocesos se perfilan para los próximos años como fuentes de alimentos básicos y de ácidos grasos, biodiésel, etanol y productos iguales o mejores que los del mercado actual y hasta algunos nuevos para el contexto colombiano.
Estas novedades alimentarias se conocieron dentro de la programación de la Cátedra Pedro Nel Gómez, organizada en la UN en Medellín.

Desacuerdos por delimitación de páramos

Desacuerdos por delimitación de páramos: Los páramos tropicales ofrecen distintos aspectos ambientales de gran importancia como la biodiversidad única que albergan, así como los países y los suelos en los que se incrustan. Su mayor importancia es el agua.
En ese sentido, Carlos Caicedo, profesor de la UN, indicó al programa UN Análisis* de UN Radio: “son la joya de la corona; pues, para un país que cumple un papel importante en la regulación hídrica, es fundamental mantener estos ‘tapetes’ de producción de agua para garantizar los equilibrios de Suramérica. Además, mantienen el equilibrio del planeta tierra”.
Los nacimientos de los principales ríos del país se originan en zonas paramunos. Allí se dan los procesos de almacenamiento y regulación hídrica. Gonzalo Andrade, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la UN precisó: “los páramos son claves, son nuestra fuente de agua, albergan gran cantidad de especies, flores y fauna. Muchas son de carácter endémico porque viven solo en este tipo de ecosistemas. Por ello, es primordial una política ambiental para no estar enviando una carta de demanda al gobierno por cada intervención que quieran hacer en ellos”.
Al respecto, el profesor Andrade se refirió al Atlas de páramos de Colombia, documento realizado por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt: “aunque le falta información biológica y un reporte de las especies de flora y fauna, este trabajo nos muestra la realidad que tenemos y el estado de estos ecosistemas. Por otra parte, el profesor Jesús Orlando Rangel referenció estos factores en su libro Ecología de los páramos andinos. Estos trabajos dan cuenta de lo que tenemos”.
Asimismo, el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt y el Fondo de Adaptación firmaron el pasado 14 de febrero un convenio interadministrativo para elaborar los insumos técnicos y las recomendaciones para la delimitación zonas ambientales ubicadas en las cuencas hidrográficas afectadas por el Fenómeno de la Niña 2010-2011.
Sin embargo, Andrade considera que no hay que hacer estudios para saber dónde se puede hacer minería y dónde no, porque ya están delimitados: “en la ley está prohibida la minería en las zonas de paramunas, las cuales fueron establecidas desde la época de Francisco José de Caldas, hace ya dos siglos”.
Por su parte, Carmen Arévalo, gerente general del Fondo Adaptación, argumentó la iniciativa de una delimitación: “se han presentando diferencias, así que es necesario ser más precisos en la demarcación y hacer imperativa su incorporación, tanto en los planes de ordenamiento y manejo de cuencas, como en los planes de ordenamiento territorial para que puedan tener más fuerza legal a la hora de definir o prohibir determinados usos. Esto es importante para la toma decisiones”.
El profesor del Departamento de Biología y director del Grupo de Restauración Ecológica de la UN, Jesús Orlando Vargas, dijo: “se está pensando únicamente en los páramos, cuando realmente, la naturaleza no funciona por sectores sino que es un todo”.
Para concluir, el biólogo David Rivera, consultor y contratista del Instituto Alexander Von Humboldt en este Proceso, precisó: “Las montañas no son para hacer minería. El impacto en las fuentes hídricas se refleja hasta en el mar; pues todos los químicos terminan acumulándose en los organismos, en las cuencas. Se convierte en una cadena de eventos, nuestra montaña tropical no es apta para este tipo de intervenciones, menos cuando no son sostenibles”.


* Escuche nuevamente el programa en el link: http://www.unradio.unal.edu.co/detalle/cat/un-analisis/article/lunes-de-politica-10.html . UN Análisis se emite de lunes a viernes a partir de las 7:30 a.m. por UN Radio (98.5 FM en Bogotá y 100.4 en Medellín), en el sitio web www.unradio.unal.edu.co o consúltenos en Twitter y Facebook.

Estrategias agrícolas para afrontar el cambio climático

Estrategias agrícolas para afrontar el cambio climático: Científicos del grupo de investigación de Interacción: planta, microorganismos y ambiente (IPMA) de la sede Palmira de la UN, quienes han estudiado los geminivirus en Colombia, aseguran que el cambio climático ha impactado sobre las relaciones ecológicas que tienen los hospederos como la mosca blanca, y los patógenos en los cultivos.
”En general, lo que se está observando con el cambio climático global, particularmente con las épocas de lluvia, es un incremento en las poblaciones de los vectores biológicos, especialmente aquellos  insectos que lo son de enfermedades que afectan a las plantas”, asegura el profesor Juan Carlos Vaca, director del IPMA.
Por ello, los investigadores recomiendan a los agricultores tener una política de “cultura sostenible”, que implica mantener sus cultivos relacionados con los ecosistemas de su entorno, es decir, realizar una agricultura más amable con la naturaleza y reducir el uso de los químicos.
“Los agricultores deben hacer un control de la mosca que no es recomendable hacer con químicos, ya que son prácticas dañinas para el medioambiente y han vuelto resistentes a los insectos. Lo ideal es conocer el ciclo biológico de la mosca y buscar de alguna manera interferirlo a través de control biológico: feromonas, desordenando el apareamiento, entre otras estrategias”, dice el profesor Juan Carlos. 
Fertilización biorgánica 
La fertilización biorgánica también es una buena estrategia que pueden emplear los agricultores. Científicos del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y de la UN en Palmira han evaluado estas prácticas en cultivos de plátano, que utilizan métodos preventivos biológicos para limitar la aparición de enfermedades y plagas.
Según Fedeplátano, este tipo de biofertilización redujo en un 30% el uso de fertilizantes de síntesis química y nematicidas (que eliminan nematodos patógenos, unos pequeños gusanos). Asimismo, los investigadores constataron un incremento de la diversidad de la macrofauna de 600 a 2.600 el número de individuos por metro cuadrado. Así, mejoraron la calidad física, química y biológica del suelo.
“Con los tratamientos se establece un posible equilibrio entre poblaciones de nematodos fitoparásitos y saprofitos (que se alimentan de material muerto); estos últimos contribuyen a regular la presencia de los primeros, lo que  permite inferir que si se promueve la actividad biológica del suelo, los problemas causados por los fitoparásitos podrán ser menores. Esto es importante, porque las plantas pueden resistir el ataque de estos microorganismos”, concluye la profesora Elena Velásquez de la UN en Palmira.
Cambio climático en cifras 
De acuerdo con el inventario nacional de gases de efecto invernadero (GEI) del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), el 38% de las emisiones totales las hace el sector agrícola, siendo la ganadería, con un 18,5% y la agricultura, con el 18,1%, los subsectores que más emiten gases.
Dentro del sector, el 93% de las emisiones de CH4 (Metano) son por fermentación entérica, 4% por el arroz y 3% por manejo de estiércol. Es por ello que es necesario que los agricultores tomen medidas urgentes frente a las malas prácticas agrícolas.
Según Martha Cecilia Cadena, del programa de agroclimatología del IDEAM, “el panorama del agro en Colombia frente al cambio climático no es alentador, ya que los sistemas de tenencia de la tierra, la desinformación en la parte climática y las malas prácticas agrícolas, con el tiempo han ido desencadenando una problemática dentro del mismo sector”.

Desechos industriales sirven para producir cemento ecológico

Desechos industriales sirven para producir cemento ecológico: El cemento portland es aquel que se utiliza en la mayoría de obras civiles, y a nivel mundial está constituido como pionero para tales usos. No obstante, los procesos de fabricación de este hormigón necesitan de temperaturas de hasta 1.450 ºC que se pueden reducir con esta nueva alternativa para bien del medioambiente.
En esa medida, “el gasto energético es grande y el grado de contaminación a través de la expulsión de CO2 a la atmósfera es entre el 6 y el 7% que resulta muy alto; entonces, una manera de evitar esto es bajando las temperaturas”, explica Ary Alain Hoyos Montilla, estudiante del doctorado de la Facultad de Minas en Ingeniería, con énfasis en Ciencia y Tecnología de Materiales.
La reducción de contaminantes se logra a partir de la utilización de las cenizas de carbón, que son desechos industriales de las labores textiles o hidroeléctricas, que  suelen arrojar toneladas del residuo y que puede utilizarse de forma benéfica para resolver, en cierta medida, los inconvenientes ambientales de la producción de cemento.
De este modo, para realizar la combinación se seleccionan los productos más indispensables del portland como el silicato de calcio hidratado, así como el más importante del cemento alcalino (cenizas de carbón) que es el cilicoaluminato de sodio hidratado.  Entonces “con esos dos componentes juntos vemos cómo se comportan sus características físicas, químicas, mecánicas y qué porcentajes se pueden mezclar para que sigan siendo parecidas al cemento que conocemos”, precisa Hoyos Montilla.
La alternativa planteada para los procedimientos con mezclas tiene la ventaja de ser realizable a temperatura ambiente, es decir, se dispone de las cenizas, el activador y se puede producir el cemento; mientras para el portland, una vez se tiene el sílice, el calcio y la alúmina, como componentes más importantes de este hormigón, se deben llevar a 1.450° en un horno para la obtención del cemento.
Según los resultados arrojados desde el Laboratorio Química del Cemento y Materiales de Construcción de la sede Medellín, las mezclas químicas con los desechos industriales presentan porcentajes iguales o mayores a los que ofrece el cemento portland, en cuanto a durabilidad y resistencia con presión.
Este estudio viene adelantándose gracias a los investigadores de la Facultad de Minas, en diferentes aspectos que buscan mejorar el cemento y sus distintos usos.

10 paisajes del Altiplano que cuesta creer que existen (Argentina, Bolivia y Chile)

10 paisajes del Altiplano que cuesta creer que existen (Argentina, Bolivia y Chile):
Una gigantesca región con una altura promedio de 4000 metros sobre el nivel del mar en el corazón de Sudamérica, capaz de contener el lago navegable más alto del mundo, el salar más grande del mundo, lagos colorados, verdes, salares, paisajes que parecen lunares, y hasta islas en un “mar blanco”.

Nico Kaiser
Una depresión gigantesca entre montañas y volcanes rellenada durante miles de años por materiales erosionados que conformaron un paisaje con condiciones por demás particulares: sitios extremadamente áridos donde la vida no sólo está presente en formas curiosas, sino que además sobrevive en condiciones extremas entre lagos, pantanos, salares y geisers custodiados por volcanes. Repasamos 10 paisajes del Altiplano de los Andes Centrales, una colección de lugares que cuesta creer que existen:

1. Una isla entre un mar de sal (Isla Incahuasi, Bolivia)

Hay islas en lagos, en lagunas, en el mar. Pero la isla Incahuasi no entra en ninguno de tales parámetros, ya que es una porción de tierra en medio de un mar de sal (en el salar de Uyuni). Rodeada por una “marea” blanca, la isla destaca por sus cactus gigantes, de hasta 10 metros de altura y por sus vistas hacia el salar.

Manuel Menal

kris krug

kk+

Manuel Menal

Corey Spruit

Cristian Ordenes

2. Un valle que parece lunar (Valle de la Luna, Chile)

La zona de San Pedro de Atacama es un paraíso en versión desértica, un sitio árido donde los parámetros paisajísticos a los que estamos acostumbrados deben olvidarse. Entre maravillas áridas, el Valle de la Luna es ideal para conocer al atardecer, donde se acentúan sus tonalidades y contrastes con formaciones de sal, dunas y elevaciones con formas caprichosas:

Shaun Dunphy

Obliot

Pearl Vas

Vera & Jean

Dan Lundeberg

Daniel Galleguillos

Alessandro

Vera & Jean

3. Un lago donde se puede “levitar” (Laguna Cejar, Chile)

También cerca de San Pedro de Atacama, se encuentra Laguna Cejar, una cavidad en el desierto tapada de agua de altísima salinidad donde al intentar sumergirnos flotaremos con una inusual facilidad. Rodeada de cristales de sal y volcanes, el agua turquesa invita a disfrutar del efecto de flotación, incluso superior al que se produce en el Mar Muerto.

Carlos Varela 

Dan Lundberg

Osmar Valdebenito

Ari Bakker

Tomás Pollak

Juan Manuel Fluxá

4. Una laguna Colorada (Bolivia)

En la Reserva Nacional de Fauna Andina se encuentra Laguna Colorada, con una gran superficie entre volcanes, flamencos y lagunas que conforman un panorama increíble por su coloración, a causa de los minerales, y por su fauna, sobre todo abundante en la especie de flamencos andinos:

Carlos Galindo

Nico Kaiser

Carlos Galindo

Carlos Galindo

Gakerpua de lisa_aw

Lisa Weichel

Danielle Pereira 

Carlos Adampol Galindo

5. Un campo de geisers (Tatio, Chile)

Son más de 80 géisers activos, ubicados al norte de Chile y a 4.320 metros sobre el nivel del mar, Tatio es uno de los destinos más visitados y el grupo más grande de géisers en todo el hemisferio sur. Un sitio que hay que visitar antes del amanecer para poder observar en todo su esplendor.

Vera & Jean

Vera & Jean

Conrado Reis

Conrado Reis

Vera & Jean Christophe

Carol Neuschul

6. Un “mar” cerca del cielo (Lago Titicaca, Bolivia y Perú)

Un cuerpo de agua en medio de los Andes Centrales, con una altitud promedio de 3.800 metros snm y una profundidad de hasta 281 metros. Un auténtico “mar” en la altura, el Titicaca es el lago navegable más alto del planeta y además, uno de los más grandes. Una auténtica rareza en cuanto a su emplazamiento, y una belleza paisajística inusual:

World Wide Gifts 

bjaglin

James & Christina

Erik Cleves Kristensen

Phil Whitehouse

Olaf

Stefan Krasowski

7. Y un mar de sal (Salar de Uyuni, Bolivia)

La nombrada en éste post, isla de Incahuasi, es una maravilla dentro de otra maravilla más grande: el Salar de Uyuni. El Salar no podría faltar en la lista, el mayor desierto de sal del planeta situado a 3.650 msnm, antiguo lecho de lagos milenarios que hoy no están, pero sí dejaron su huella blanca en la altura del altiplano:

Carlos Adampol Galindo

Nico Kaiser

Imagen Corey

Patrick Nouhailler

Carlos Galindo

Carlos Galindo

8. Una laguna verde (Chile)

Se llama Laguna Verde (y no es la única laguna verde del altiplano, ya que hay otra con el mismo nombre enArgentina, y otra más en Bolivia), y se encuentra próxima al paso internacional San Francisco entre Argentina y Chile. Es un paisaje que se ve inhóspito, y de hecho la vida está ausente por su clima extremo y su altísima salinidad.

Serge

Serge
4320169997_ea2ee5a94b_z
Serge

Serge

Serge

9. Un oasis de altura (Salar de Tara, Chile)

El salar de Atacama es el mayor depósito salino de Chile, en la región de Antofagasta, formado en una depresión que filtra el agua desde la Cordillera de los Andes. El Salar de Tara, 133 kilómetros al norte de San Pedro de Atacama, es directamente, un paraíso en altura que parece difícil de imaginar real. Situado entre volcanes en la Reserva Nacional Los Flamencos, se encuentra a 4.300 metros de altura, un sitio donde no esperaríamos encontrar aguas de manantial que permiten una ebullición de vida con miles de flamencos:

Conrado Reis (Salar de Tara)

Conrado Reis

Nicolas de Camaret

Ana Hernandes

Conrado Reis

Ana Raquel Hernandes (Salar de Atacama)

10. Un paseo entre cerros Colorados (Purmamarca, Argentina)

La Quebrada de Humahuaca encuentra en éste sitio del noroeste de Argentina una de las más curiosas y peculiares gamas de colores, el resultado de procesos geológicos que incluyen sedimentación marina, lacustre y fluvial, con su acabado final gracias a los movimientos tectónicos. Por si fuera poco, es un sitio reconocido por sus valores culturales y paisajísticos como Patrimonio de la Humanidad.

Jimmy Baikovicius

Tanenhaus

Jimmy Baikovicius

Imagen MarianoCecowski 

Jimmy Baikovicius

Lisa Cyr

Mark Iverson

Kevin Jones