domingo, 27 de enero de 2013

Servicios ambientales del Caquetá desaparecerían en diez años

Servicios ambientales del Caquetá desaparecerían en diez años: La alerta se desprende de un riguroso estudio adelantado por expertos de Colombia, Brasil y Francia. La alternativa que se vislumbra son los sistemas agroforestales.
Los 88.965 km2 de extensión del Caquetá –similar a la de un país como Austria o Jordania– son parte de la gran cuenca amazónica, considerada el pulmón de la tierra y una de las regiones de mayor diversidad. Pero la colonización de nuevas tierras, la ganadería extensiva y la extracción maderera ilegal están asfixiando este inmenso y valioso rincón de Colombia.

De hecho, es el segundo lugar de América Latina más deforestado (después de la provincia del Chaco, en Paraguay), con 21.440 hectáreas perdidas (214 km2) durante el 2012, según lo reportó en junio pasado el sistema Terra-i; proyecto en el que intervienen el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), con sede en Palmira, el Departamento de Geografía del King’s College de Londres y la Escuela de Ingeniería HEIG-VD de Suiza.
Para hacerse una idea del crítico panorama, esos 214 km2 de pérdida de cobertura vegetal son similares al 69,70% del área urbana que ocupa Bogotá. Este oscuro panorama fue evaluado en profundidad por la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, el CIAT y otras universidades del país, con el liderazgo del Institut de Recherche pour le Développement de Francia (IRD).
Patrick Lavelle, director de la investigación y profesor de la Universidad de París VI en Francia, explica: "gracias al proyecto identificamos el estado actual de los paisajes en estas zonas particulares de la Amazonia, analizando los aspectos socioeconómicos que han llevado, lentamente, a la deforestación de la selva, para así proponer sistemas agroforestales que preserven los recursos y servicios ambientales".
Con el apoyo de unos sesenta investigadores de Brasil, Francia y Colombia, los expertos organizaron grupos de trabajo para recolectar información sobre cinco aspectos fundamentales: sistemas de producción, sociedad, paisajes, servicios ecosistémicos y biodiversidad.
Ganado contra bosques
El trabajo, que se desarrolló en tres regiones del estado de Pará, en Brasil, y en cincuenta fincas del Caquetá, en Colombia, detectó el fenómeno en ambos países, en donde la ganadería acaba con los bosques y la naturaleza.
"Desde hace dos años ha disminuido bastante la deforestación en el vecino país. En cambio, en el nuestro ha aumentado debido, en parte, a la lucha contra los cultivos ilícitos y al uso de los suelos para la ganadería extensiva. Esto ha llevado a menos bosques y biodiversidad y a mayores suelos degradados", afirma el profesor Lavelle.
Según las encuestas efectuadas a ganaderos del Caquetá, sus niveles económicos, sociales y educativos, así como su producción, son relativamente altos, pero se trata de un lucro que va en contra de la oferta de los recursos ambientales.
"Los ganaderos de Florencia poseen terrenos grandes, niveles altos de educación y ciertos grados de urbanización en sus formas de vivir asociados a un sistema de producción ganadera extensiva en pastizales degradados y rodeados de paisajes totalmente deforestados", asegura.
Es así como los servicios ecosistémicos, expresados en oferta hídrica, biodiversidad, estado de los suelos y bosques, han disminuido notablemente. Y, según concluye la investigación, si la tendencia se mantiene a ese ritmo –el de la pérdida de una "ciudad verde" cada año, en diez años el Caquetá será solo un "gran potrero", con las respectivas consecuencias negativas para las comunidades.
El profesor Joel Tupac Otero, director del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la UN en Palmira y colaborador del proyecto, señala que, aunque antes no se conocían censos exactos sobre esa diversidad, "ahora se estima que la deforestación en Caquetá ya deja solo unas 600 especies, ni una tercera parte de lo que hay del lado de Brasil".

Agroforestales, una salida
La investigación evidenció que el silvopastoreo (hacer ganadería sin dañar el bosque) y los sistemas agroforestales, algunos apoyados por el Gobierno nacional y la UN, han logrado preservar los servicios ecosistémicos y son una forma rentable de producción sostenible para los pobladores.
Estos dos tipos de paisaje, según la profesora Elena Velásquez de la UN en Palmira, son sistemas productivos que no han acabado con los servicios ambientales y han mantenido una rentabilidad igual o incluso mayor a la de los ganaderos. Un ejemplo son los dedicados a la producción de caucho natural y otros de silvopastoreo.
"En tan solo quince hectáreas logran obtener ingresos superiores a los 6.600 dólares, con un desgaste bajo de los ecosistemas; mientras que la ganadería, en el mismo espacio de terreno, logra obtener una ganancia de 1.600 dólares, con un costo ecológico alto", sostiene Lavelle.
La profesora Velásquez explica que esta conservación del medioambiente se debe a un tipo de "conexión" entre los componentes naturales del bosque y las áreas de producción agroforestal y agrícola, en donde las partes ganan por igual. "Hay algo interesante y es que los agentes biológicos, como microorganismos e insectos controladores, inciden de manera positiva en el mantenimiento del suelo y en el control de plagas de los cultivos".
Los científicos implementaron, por primera vez, en estos tres sistemas de producción, un indicador de ecoeficiencia que sirve como herramienta para medir los alcances y el impacto de políticas públicas que busquen desarrollar el uso multifuncional sostenible y eficiente de los suelos.
Lea el artículo completo en UN Periódico n.º 159: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/servicios-ambientales-del-caqueta-desaparecerian-en-diez-anos.html.

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