jueves, 3 de octubre de 2019
miércoles, 8 de agosto de 2018
martes, 10 de abril de 2018
Otros efectos e impactos de los cambios del clima a escala global...
Cinco plantas y animales confundidos por el cambio climático
Tomado de la página web de THE NEW YORK TIMES, Por LIVIA ALBECK-RIPKA y BRAD PLUMER
Cada año, durante el cambio de estación, se da una danza compleja en el mundo. Los árboles en el hemisferio norte reverdecen en la primavera cuando las heladas terminan. Las orugas salen de sus capullos para darse un festín con las hojas. Las abejas y las mariposas emergen para polinizar las flores. Las aves dejan el hemisferio sur y vuelan miles de kilómetros para poner huevos y alimentarse de los insectos del norte.
Todas estas especies se sincronizan entre sí en seguimiento de pistas ambientales, del mismo modo que los bailarines se mueven al compás de alguna orquesta.
Sin embargo, el calentamiento global está cambiando la música; ahora la primavera comienza muchas semanas antes en varios lugares del mundo, en comparación con lo que sucedía hace décadas. No todas las especies se adaptan a este calentamiento al mismo paso y, en consecuencia, algunas están perdiendo el ritmo.
Los científicos que estudian los cambios en plantas y animales ocasionados por las estaciones tienen un nombre para este fenómeno: desfase fenológico. Aún tratan de entender exactamente la manera en que estos desfases —como el florecimiento de una flor antes de que llegue su polinizador— pueden dañar a los ecosistemas.
En algunos casos, las especies simplemente se adaptan modificando sus rangos o ingiriendo distintos tipos de alimentos. No obstante, si las especies no se pueden adaptar lo suficientemente rápido, estos desfases podrían ocasionar “efectos negativos significativos”, dijo Madeleine Rubenstein, bióloga en el Centro Científico Nacional del Cambio Climático y de la Vida Salvaje del Servicio Geológico de Estados Unidos.
“Si analizas la historia antigua del clima en la Tierra, te das cuenta de que nunca había habido un cambio tan rápido y drástico como este”, dijo Andrea Santangeli, un investigador posdoctoral en el Museo Nacional de Historia de Finlandia. “Las especies han tenido que reaccionar muy rápido”, dijo, “realmente no hay precedente”.
Aquí hay cinco ejemplos del desfase, el cual es solo una de las muchas amenazas que las especies enfrentan a causa del calentamiento global, que los científicos han descubierto hasta ahora:
La vida sexual de una orquídea
La orquídea araña depende del engaño para reproducirse. Cada primavera, la flor, cuyo cuerpo bulboso carmesí se parece a un insecto, lanza una feromona que engaña a las abejas macho solitarias para que piensen que la planta es una pareja sexual; es un paso clave para la polinización.
Esta treta, que los científicos llaman seudocopulación, funciona porque la orquídea suele florecer durante un periodo específico cada primavera, poco después de que las abejas macho solitarias despiertan de su hibernación, pero antes de que las abejas hembra aparezcan.
Sin embargo, cuando la primavera llega antes, las abejas hembra despiertan casi al mismo tiempo y alejan a las abejas macho de la orquídea, según un estudio realizado en 2014 en Gran Bretaña.
Al examinar los datos recabados en herbolarios y en el campo durante un siglo, los investigadores descubrieron que la brecha entre la época en que las abejas macho y hembra despiertan se acorta 6,6 días por cada grado Celsius más en la temperatura mundial promedio, lo que reduce las oportunidades para que la orquídea se reproduzca.
“El hallazgo más importante es que las cosas se están poniendo cada vez peores para la polinización de la orquídea”, dijo Anthony Davy, profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad de East Anglia y autor principal del artículo. Para esta orquídea araña –que ya es un espécimen raro—el futuro es desolador.
La agenda del papamoscas
El papamoscas europeo, o cerrojillo, tiene una agenda apretada cada primavera.
El ave vuela miles de kilómetros hacia el norte desde sus terrenos invernales en África para llegar a Europa con el fin de poner huevos justo a tiempo para la aparición de las orugas de polilla de invierno, que surgen durante pocas semanas cada primavera para alimentarse de hojas de roble.
Si logran llegar en el momento justo, los papamoscas se aseguran de que haya suficiente comida en su entorno en el momento en que sus polluelos hambrientos rompan el cascarón. Sin embargo, en una serie de estudios llevados a cabo en la década de 2000, científicos en los Países Bajos mostraron que muchos papamoscas estaban desfasados respecto a este limitado periodo.
Conforme han aumentado las temperaturas primaverales, los robles tienden a reverdecer antes y la temporada alta de orugas comienza hasta dos semanas antes en algunos lugares. Muchos papamoscas, que al parecer programan su salida de África con base en la duración del día en esas tierras, ya no están llegando a Europa en el momento adecuado para su comida primaveral.
En algunos lugares de los Países Bajos donde la temporada alta de orugas se adelantó aún más, los científicos descubrieron que la población de papamoscas disminuyó rápidamente. “Este fue el gran descubrimiento que sugiere que el desfase podría tener consecuencias reales para las poblaciones”, dijo Christian Both, ecologista de la Universidad de Groningen.
Aves y tractores muy cercanos
El cambio climático no solo resulta en conexiones perdidas. En algunos casos, el avance del clima cálido puede llevar a encuentros peligrosos.
En Finlandia, por ejemplo, el frailecillo atlántico y el zarapito euroasiático suelen construir sus nidos terrestres en los campos de cebada después de que los agricultores han sembrado sus cultivos en la primavera. No obstante, conforme ha aumentado la temperatura, las aves han estado poniendo sus huevos mucho antes de que los agricultores lleguen a los campos, lo que significa que es más probable que los tractores y otras maquinarias destruyan los nidos, usualmente escondidos.
Al analizar 38 años de datos, los investigadores descubrieron que los agricultores finlandeses están arando sus campos una semana antes como reacción a las temperaturas más cálidas, pero las aves están poniendo sus huevos dos o tres semanas antes. “Esto ha creado un desfase fenológico”, dijo Santangeli. “La consecuencia que veremos será el declive de estas aves”.
El caribú llegó tarde a comer
El caribú del oeste de Groenlandia tiene una dieta estrictamente apegada a las estaciones. En el invierno, come liquen a lo largo de las costas. En la primavera y el verano, se adentra al bosque para dar a luz a sus crías y comer las plantas árticas que ahí crecen.
Conforme Groenlandia se ha calentado y las banquisas han disminuido, las plantas del Ártico han aparecido más pronto; algunas especies reverdecen hasta veintiséis días antes de lo que solían hacerlo hace una década. Sin embargo, el caribú no ha cambiado sus patrones de migración tan rápido. Los científicos han documentado una tendencia problemática en la región: han comenzado a morir más crías de caribú más pronto en los años en que las plantas primaverales crecen antes de la temporada del nacimiento del animal.
Aunque el estudio solamente descubrió una correlación entre las temperaturas más cálidas y las muertes de crías de caribú, “tiene congruencia con la idea de que el desfase es desventajoso”, dijo Eric Post, profesor de Ecología en la Universidad de California en Davis. Cuando las plantas del Ártico reverdecen antes, podrían ser más duras y menos nutritivas al momento de que el caribú llega y se las come.
La vestimenta de la liebre americana
El cambio climático no solo causa desfases en la primavera. Tomemos en cuenta a la liebre americana, cuyo pelaje ha evolucionado para cambiar de marrón a blanco durante el invierno con fines de camuflaje. No obstante, conforme la Tierra se calienta, el manto nevado del hábitat de la liebre se derrite con mayor antelación y el animal queda más expuesto a sus depredadores.
“El camuflaje es muy importante para mantener vivos a los animales de presa”, dijo L. Scott Mills, profesor de Biología Salvaje en la Universidad de Montana que estudia el efecto del camuflaje desfasadoen especies como la liebre americana.
Mills y sus colegas descubrieron que por cada semana de desfase para la liebre es siete por ciento más probable que sus depredadores, como el lince, la atrapen.
Actualmente, la liebre solo está desfasada por una semana o dos. Sin embargo, Mills dijo que para la mitad del siglo XXI, eso se podría extender a ocho semanas. Si eso sucediera, agregó, la liebre “estaría en camino a la extinción”.
sábado, 7 de abril de 2018
Notas de consumismo y obsolescencia programada que a todos nos toca
Comprar un smartphone nuevo es peor que arreglar el que ya tienes https://andro4all.com/2018/04/cambiar-de-movil-contamina
jueves, 5 de abril de 2018
AGROECOLOGÍA: clave para el futuro de la humanidad (FAO)
Noticia tomada del portal web del diario ecuatoriano El Universo. Volver a nuestras raíces, dejar la pereza y el miedo y comenzar por producir algunos de nuestros alimentos. Además de ser un mecanismo de adaptación para el futuro, es una actividad altamente gratificante y satisfactoria.
miércoles, 4 de abril de 2018
Alternativas de uso del grafeno, para el sector de agua potable y saneamiento básico
El revolucionario filtro de grafeno que puede convertir agua de mar en agua potable
Es un artículo publicado ya hace tiempo en el portal de noticias BBC, pero siempre es bueno hacer seguimiento a iniciativas que puedan ser cruciales para el futuro.
martes, 3 de abril de 2018
Las siete propuestas de una multinacional petrolera para detener el cambio climático
Publicación del diario El Espectador, de Colombia, con iniciativas interesantes de una insospechada fuente.
A ver si viniendo de donde viene, es tomado en serio el problema y se toman decisiones de impacto. Es por puro instinto de supervivencia.
A ver si viniendo de donde viene, es tomado en serio el problema y se toman decisiones de impacto. Es por puro instinto de supervivencia.
Deforestación, asignatura pendiente en la lucha contra el calentamiento global
Publicación en la web http://www.ibero.mx/prensa/deforestacion-asignatura-pendiente-en-la-lucha-contra-el-calentamiento-global
Deforestation causes global warming”, FAO Newsroom, September 4th, 2006
Publicación en la web http://www.ibero.mx/prensa/deforestacion-asignatura-pendiente-en-la-lucha-contra-el-calentamiento-global
Deforestation causes global warming”, FAO Newsroom, September 4th, 2006
Nota de prensa del diario El Espectador de Colombia
Las causas por las que se emitieron más gases de efecto invernadero en 2017
A veces resulta difícil mantener el optimismo y las ganas de continuar contribuyendo al cambio con estos retrocesos. Nada de eso. La suma de pequeños esfuerzos es lo que da resultados.
A veces resulta difícil mantener el optimismo y las ganas de continuar contribuyendo al cambio con estos retrocesos. Nada de eso. La suma de pequeños esfuerzos es lo que da resultados.
sábado, 31 de marzo de 2018
Cambio de temática...
Los mejores teléfonos Android que te recomendamos comprar a día de hoy https://andro4all.com/2018/03/mejores-telefonos-android-comprar
miércoles, 12 de abril de 2017
Nevado del Cocuy y Cambio climático
Publicación de la versión digital de EL TIEMPO que vale la pena conocer.
http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/nevado-del-cocuy-uno-de-los-perjudicados-del-cambio-climatico/16746582/1/
Luis Alejandro Herrera, de 48 años y originario del departamento del Huila, no dice ‘cambio climático’; para él, el nombre de este fenómeno medioambiental es “clima climático”. Sin embargo, y si bien no dice correctamente la expresión, sí tiene claras sus consecuencias en el entorno donde ha pasado casi toda su vida, dedicado a las labores del campo.
Se trata de la Sierra Nevada del Cocuy, Boyacá, quizás uno de los lugares de Colombia en los que el impacto del aumento de la temperatura es más notorio e inquietante. En este parque nacional, como en la mayoría de zonas montañosas del mundo cubiertas por glaciares, la capa de hielo ha desaparecido significativamente por culpa del aumento de la temperatura; tanto, que es posible ver las marcas sobre la piedra que este ha dejado en su retroceso, las denominadas morrenas, algo preocupante para científicos y comunidades, pues estos lugares son una de las principales fuentes de agua potable.
“El ‘clima climático’ ha sido muy duro desde hace unos años, porque cuando nosotros estábamos criándonos por acá, era mucho más frío. El nevado era toda la cordillera, era más extenso en nieve”, cuenta Luis Alejandro, hombre de baja estatura y bigote, y quien lleva puesto un sombrero negro y una ruana típica boyacense que lo protege del intenso frío.
No obstante ser testigo directo de la transformación del Cocuy, la más grande de las seis masas de hielo del país (junto con la Sierra Nevada de Santa Marta y los volcanes nevados de Santa Isabel, en el Tolima, el del Huila y el del Ruiz), Luis no sabe que lo más probable es que de sus descendientes, los nietos serán los últimos en ver el manto blanco que hoy cubre las montañas del Cocuy. La razón: de acuerdo con el Ideam, el glaciar solo estará acá unos 40 años más, por causa de los 20 metros lineales de hielo que se pierden cada año, equivalentes al cinco por ciento del volumen glaciar.
“Toda la cordillera como la estamos viendo allá –dice Luis señalando los picos nevados que se asoman detrás de él– tenía nieve. Por el paso del Cusirí teníamos una finca y en ocasiones nos tocaba pasar por nieve, pero ya no hay más”.
Para continuar leyendo, abrir el siguiente enlace: http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/nevado-del-cocuy-uno-de-los-perjudicados-del-cambio-climatico/16746582/1/
http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/nevado-del-cocuy-uno-de-los-perjudicados-del-cambio-climatico/16746582/1/
Luis Alejandro Herrera, de 48 años y originario del departamento del Huila, no dice ‘cambio climático’; para él, el nombre de este fenómeno medioambiental es “clima climático”. Sin embargo, y si bien no dice correctamente la expresión, sí tiene claras sus consecuencias en el entorno donde ha pasado casi toda su vida, dedicado a las labores del campo.
Se trata de la Sierra Nevada del Cocuy, Boyacá, quizás uno de los lugares de Colombia en los que el impacto del aumento de la temperatura es más notorio e inquietante. En este parque nacional, como en la mayoría de zonas montañosas del mundo cubiertas por glaciares, la capa de hielo ha desaparecido significativamente por culpa del aumento de la temperatura; tanto, que es posible ver las marcas sobre la piedra que este ha dejado en su retroceso, las denominadas morrenas, algo preocupante para científicos y comunidades, pues estos lugares son una de las principales fuentes de agua potable.
“El ‘clima climático’ ha sido muy duro desde hace unos años, porque cuando nosotros estábamos criándonos por acá, era mucho más frío. El nevado era toda la cordillera, era más extenso en nieve”, cuenta Luis Alejandro, hombre de baja estatura y bigote, y quien lleva puesto un sombrero negro y una ruana típica boyacense que lo protege del intenso frío.
No obstante ser testigo directo de la transformación del Cocuy, la más grande de las seis masas de hielo del país (junto con la Sierra Nevada de Santa Marta y los volcanes nevados de Santa Isabel, en el Tolima, el del Huila y el del Ruiz), Luis no sabe que lo más probable es que de sus descendientes, los nietos serán los últimos en ver el manto blanco que hoy cubre las montañas del Cocuy. La razón: de acuerdo con el Ideam, el glaciar solo estará acá unos 40 años más, por causa de los 20 metros lineales de hielo que se pierden cada año, equivalentes al cinco por ciento del volumen glaciar.
“Toda la cordillera como la estamos viendo allá –dice Luis señalando los picos nevados que se asoman detrás de él– tenía nieve. Por el paso del Cusirí teníamos una finca y en ocasiones nos tocaba pasar por nieve, pero ya no hay más”.
Para continuar leyendo, abrir el siguiente enlace: http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/nevado-del-cocuy-uno-de-los-perjudicados-del-cambio-climatico/16746582/1/
viernes, 31 de enero de 2014
martes, 26 de marzo de 2013
Aguas subterráneas en páramos, por fuera de áreas protegidas
Aguas subterráneas en páramos, por fuera de áreas protegidas:
Esta situación se presenta también en otros entornos, como por ejemplo, en el páramo de Pisba. Según un documento del 2012 sobre políticas mineras, el geólogo Julio Fierro señala que en 2009 el 35% de la superficie continental de Colombia fue solicitada por compañías multinacionales para actividades mineras.
Existen unas condiciones geomorfológicas, genéticas y físicas que permiten la armonía y la sostenibilidad del páramo. Para garantizar los recursos y la defensa del agua, no basta con la protección delimitada del territorio; es necesario proteger también los subpáramos, así como el sistema de acuíferos y aguas subterráneas, señaló Aida Sofía Rivera Sotelo, economista de la Universidad Nacional de Colombia y magíster en Estudios Culturales de Queens University, en Canadá.
La problemática fue presentada durante el V Ciclo de conferencias de Geografía de Montañas: Los Andes y el agua, en su ponencia sobre el desarrollo sostenible y la utilidad pública en cuestión.
Según la economista, “la relación entre desarrollo sostenible (que es el principio rector de la protección ambiental en Colombia) y la utilidad pública de la minería —que se encuentra desde el mismo código minero en particular, la minería a gran escala–, es elevada a un estatus de beneficio público que por mandato constitucional hace que el Estado cumpla una función de facilitador de la minería”.
La Resolución 1015 del 2011 del entonces Ministerio de Ambiente y Vivienda y Desarrollo Territorial, negó la licencia a la compañía minera Greystar para la explotación a cielo abierto. Paradójicamente, existe una amplia legislación tanto nacional como internacional que prohíbe la actividad minera en zonas de páramo, que no fue soporte suficiente para que el Ministerio negara la licencia desde el principio.
El Gobierno, tomó una serie de conceptos técnicos de diferentes instituciones como el Instituto de Investigación de Recursos biológicos Alexander von Humboldt y las Corporaciones Autónomas Regionales, para negar la licencia a este proyecto en particular pero de manera ambigua.
Rivera afirma: “después de la resolución se mantienen los títulos existentes en Santurbán y en otros páramos de Colombia donde siguen las actividades en fase de exploración, que no requieren licencia, por empresas como la misma Greystar, ahora llamada Eco Oro, Ventana Gold, Galway; entre otras, esa exploración trae daños con la construcción de infraestructura necesaria para mantener las operaciones”.
El tema se mantiene vigente en el contexto de la creación del Parque Natural Regional de Santurbán.
“Se deben incluir alternativas para las personas que practican la minería a otras escalas en estas zonas y que constituyen el sostenimiento de sus condiciones de vida, para no sustraerlos dramáticamente del área. El reto es plantear un debate que vaya a favor de sociedades de transición a mediano y largo plazo”, resaltó Aida Sofía Rivera.
La investigación de esta profesional, se refiere a individuos y colectivos tanto rurales como urbanos, no identificados como minorías étnicas. Ella ha realizado una labor para mirar las condiciones especiales de esas minorías, cómo dan soporte a un derecho particular que es el de la consulta previa. Según la experta, hay un trabajo menor para examinar las implicaciones y posibilidades que tienen las comunidades de presentar sus inquietudes frente al Estado y que no estén mediadas por un lenguaje que considere una relación mercantil con el páramo.
Actualmente, en Bucaramanga, se han demandado a diferentes entidades estatales con respecto a la suspensión de las actividades de exploración en la zona de las compañías multinacionales. “Se está trabajando en temas como una moratoria en la titulación minera hasta que el marco institucional sea ajustado. A través de ello, es posible concebir la minería como algo diferente a una locomotora desenfrenada que tumba todo a su paso”, concluyó la economista.
martes, 19 de marzo de 2013
Reciclarán pilas para beneficio agroindustrial
Reciclarán pilas para beneficio agroindustrial: Las pilas tradicionales que se usan para energizar radios, controles remotos y otros dispositivos tecnológicos contienen algunas propiedades químicas útiles en la agroindustria. Para aprovecharlas, se debe hacer recolección, trituración en molinos, lixiviación y separación de los materiales.
La docente Luz Marina Ocampo Carmona del Departamento de Ingeniería de Materiales de la Facultad de Minas explica que “las pilas sin carbono y alcalinas (que representan el 90% de consumo) tienen zinc, hierro y óxido de manganeso. Se cree que estos componentes quedan ahí cuando la vida útil se acaba. La idea es recuperar esos metales y convertirlos en productos agroquímicos”.
La docente señala que, con la política de posconsumo, las industrias deben recuperar el 4% de la totalidad de las baterías que ofrecen al mercado. Con este fin, actualmente se realizan procesos de cementación, es decir, que las pilas se entierran en rellenos de seguridad. Para el 2016 las empresas se verán obligadas a reciclar las pilas con otros fines.
En ese orden de ideas, los investigadores de la UN estudian la posibilidad de ser pioneros en consolidar una planta de reciclaje de pilas para fines agroquímicos. Si bien en muchas partes del mundo ya existen, en Latinoamérica sería una oportunidad de ahorro para las empresas; pues los procesos de cementación están costando hasta 1.600 pesos por kilo del material enterrado.
La UN en Medellín está trabajando en la recolección de baterías usadas en contenedores y espera consolidar, con una compañía colombiana, esta propuesta que sería una novedad para la agroindustria del país.
La docente Luz Marina Ocampo Carmona del Departamento de Ingeniería de Materiales de la Facultad de Minas explica que “las pilas sin carbono y alcalinas (que representan el 90% de consumo) tienen zinc, hierro y óxido de manganeso. Se cree que estos componentes quedan ahí cuando la vida útil se acaba. La idea es recuperar esos metales y convertirlos en productos agroquímicos”.
La docente señala que, con la política de posconsumo, las industrias deben recuperar el 4% de la totalidad de las baterías que ofrecen al mercado. Con este fin, actualmente se realizan procesos de cementación, es decir, que las pilas se entierran en rellenos de seguridad. Para el 2016 las empresas se verán obligadas a reciclar las pilas con otros fines.
En ese orden de ideas, los investigadores de la UN estudian la posibilidad de ser pioneros en consolidar una planta de reciclaje de pilas para fines agroquímicos. Si bien en muchas partes del mundo ya existen, en Latinoamérica sería una oportunidad de ahorro para las empresas; pues los procesos de cementación están costando hasta 1.600 pesos por kilo del material enterrado.
La UN en Medellín está trabajando en la recolección de baterías usadas en contenedores y espera consolidar, con una compañía colombiana, esta propuesta que sería una novedad para la agroindustria del país.
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